Debora D´Amato

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Débora D’Amato, África, Pimienta y Lolo

 

La periodista presenta a sus peludos y cuenta cómo a partir de su adopción busca transmitirle el amor por las mascotas a su hija Lola de tres años. “Me parece alucinante que crezca con animales. Me da placer verla con ellos”, asegura.

 

Por Paula Labonia

Fotografía: Carolina Herrera

 

 

¿Vos también te criaste con animales como Lola?

¡Sí! Llegamos a tener 13 gatos en mi casa. Transitábamos y adoptábamos. Mis papás me enseñaron que una vez que entra un animal a nuestra casa, si no es de tránsito, es hasta el día que se muera. Me acuerdo que una vez encontré un hámster y lo tuve una semana escondido suelto en mi habitación. Cuando me lo encontraron le compraron la jaulita, la comida, todo. Y en el verano nos íbamos de vacaciones en el Falcon a nuestra casa de Mar del Plata con siete gatos, el perro, el hámster… La gente se paraba a mirarnos.

 

¿Te gustaría que tu hija aprenda ese mismo amor y cuidado hacia ellos?

Totalmente. El adoptar a Lolo y a Pimienta tuvo que ver un poco con que Lola viera cómo es sumar un animalito. Ambos llegaron casi juntos y a veces me pregunto: “¿Quién me mandó?” Pero cuando la veo con los dos me doy cuenta de que no estuvo tan mal mi decisión, de que vale la pena el esfuerzo. Me parece alucinante que crezca con animales. Me da placer verla con ellos.

 

¿Cómo fue la llegada de Lolo y de Pimienta?

Lolo vive con mi mamá. Yo la asisto a diario a ella así que con Lola lo sacamos a pasear todas las tardes. Hace unos meses falleció Napo, su perrito amado que tenía desde 2008 (después de la muerte de mi papá) y mi mamá estaba muy triste. Por eso le pregunté si quería adoptar un perro que estuviera buscando un hogar. “Si aparece lo hacemos”, me respondió.

 

Y apareció Lolo…

Exacto. Una conocida me pasó su foto para publicar en mis redes y buscarle casa. Cuando le conté su historia a mi mamá, que eran tres hermanitos de un año y dos meses con un dueño que los maltrataba, enseguida me dijo que lo quería. Y a Pimienta también la rescataron del maltrato. La tenían en un balcón sin agua y sin comida, en un primer piso. Mi hermana la agarró cuando se quiso tirar. Me mandó una foto y le dije: “Me la quedo”.

 

¿Cómo fue la adaptación con África?

Demoró más de un mes. ¡Se mataban! Mirá, cuando Jey Mammon adoptó a su segundo gato, me decía que pasaba lo mismo. Yo le recomend

é que no los separara, que los dejara solos. Se terminaron adaptando más rápido ellos que las mías (risas). Pimienta estaba en un rincón y África no la dejaba moverse. Por suerte ahora ya pasó.

 

¿Con quiénes duermen África, Pimienta y Lolo?

Lolo en la cama con mi mamá y sus dos gatos. Pimienta desde el primer día con Lola. Y África conmigo. Es una gata muy tranquila, muy especial. De hecho me enteré de que estaba embarazada por ella. Yo había hecho un tratamiento y un día se me subió a upa, algo que jamás hacía. Ahí me di cuenta. Al otro día me llegó el resultado positivo.

 

¿Qué les gusta hacer con ellos?

Bueno, Lola con África es como más dulce y con Pimienta juega. Y con Lolo empezó a relacionarse a un nivel que son iguales. Ahora ella quiere tocar a todos los perros en la calle y yo le digo que tenga cuidado, como me decía mi mamá a mí. Le cambió la relación con los perros a partir de Lolo. Y, como te comenté, lo sacamos a pasear todas las tardes. A la mañana sale cuatro horas con un paseador. Al principio se descontrolaba con la manada y le tenía mucho miedo a los hombres.

 

¿Necesitaron ayuda de algún profesional?

Sí. Nos enseñó un par de técnicas. Nos explicó que todo lo que hacía era para llamar la atención. Y logramos que tenga su lugar en la casa, que al principio le costaba encontrarlo. ¡Ahora hasta nos trae la pelota!

 

Cuenta de Instagram: @deboradamato

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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