Tamara Tenembaum es escritora y periodista, pero también amante de los felinos. Convive en perfecta armonía con sus gatos adoptados Carmelo y Florencio. A ellos les gusta cuando Tamara trabaja desde su casa, porque andan cada uno en la suya, pero juntos.
Fotografía Adri Montaldo Vera
“Carmelo era el gato del papá de una amiga, él tenía muchos bichos pero se mudaba a un lugar más chico y por eso apareció la posibilidad de adoptar a Carmelo que era el más chiquito, que tenía 6 meses, ya estaba castrado y me aseguraban que era buenísimo (era). A Florencio lo adopté el año pasado, chiquitito, y a él ya sí me tuve que ocupar de castrarlo, pero como ya hace 7 años lo tenía a Carmelo me daba menos miedo todo.”
“Son muy distintos entre ellos. Carmelo es sociable, se banca mucha gente y a la vez cuando se harta y se quiere ir se va a hacer la suya. En eso se parece a mí, creo; yo soy sociable y también me gusta mucho estar sola. Pero Carmelo es calmo y sabio, como un sensei, y yo no. En eso me parezco más a Florencio, que es más ansioso, todos los estímulos le producen algo.”
¨Siempre es mejor adoptar. Me hubiera resultado raro comprar un gato como si fuera un par de zapatos, elegirlo como una cosa.¨
@tamtenembaum
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