La muralista y su perra se acompañan desde hace quince años. “En la computadora,trabajo todo el día con ella encima”,asegura. Una relación incondicional y, por supuesto, de mucho amor.
Por Paula Labonia
Fotos: Flor Petra
-¿Siempre te gustaron los perros?
-Toda la vida. Tengo fotos con menos de dos años abrazando perros que me triplicaban el tamaño.
-¿Cómo y cuándo fue la llegada de Molly a tu vida?
-Molly llegó cuando yo era muy chica. Tenía diez años. Y sin dudas su llegada fue muy importante para mí. Me costaba mucho el colegio en su momento, siempre fui muy dispersa. ¡muy artista! (risas). Entonces una psicopedagoga le recomendó a mis papas que me regalaran el perro que tanto quería porque me ayudaría a ser mas responsable. Ahí entró Molly y sin dudas fue la alegría del hogar. Ahora tengo 25 así que imagínate por cuánto pasamos juntas.
-¿Qué les gusta hacer juntas?
-Bueno ahora ya está grande la gorda. Se quedó ciega y escucha poco pero nuestro momento sin dudas es cuando me armo el mate a la mañana. Me rasca la silla para que la alce y trabajo todo el día con ella encima. En invierno es un placer porque tengo una estufa en las piernas, en verano no es tan divertido (risas).
-¿Te acompaña mientras pintás?
-Cuando tengo que diseñar los murales desde la compu en casa es mi mejor compañía.
-Por tu trabajo viajás bastante, ¿la llevás o la dejás con alguien?
-Cuando empecé a viajar por trabajo, Molly ya era grande y creo que la hubiera hecho sufrir con tanto movimiento. Así que se queda con mi mamá que la ama más que a mí (risas).
-¿Cómo es su alimentación?
-Come balanceado pero se lo dejamos en agua un par de horas para ablandarlo y que no le cueste tanto masticarlo. Y siempre con pollito y queso untable… ¡es muy mimada!
-¿Dónde duerme?
-En la cama con mi mama o conmigo, te digo que es muy mimada. La mas querida de la casa.
-¿La pintaste alguna vez a Molly?
-Una vez hice una ilustración de ella para regalársela a mi mamá, hace bastante.
-¿Qué es lo que más te gusta de lo que hacés?
-Sin dudas lo mas lindo que tiene mi trabajo es la libertad de expresión en cada trabajo, el desafío que implica cada proyecto y la diversidad de los días en mi rutina. Cada día es único y tengo que poner mi creatividad a trabajar y eso esta buenísimo porque estoy muy conectada con ese lado. Obviamente hay días en que no sale nada y es frustrante porque del otro lado hay un cliente esperando tus ideas pero con el tiempo me amigué y lo llevo mucho mejor. Otra de las cosas por las cuales me siento una privilegiada es que lo llevo conmigo y eso me permite viajar con mi arte.
-¿Cuál fue la acción o mensaje que más te gustó representar en tus murales?
-El año pasado hice una campaña para el cáncer de mamas y fue muy movilizante. Me encanto el lugar al que llegué con la idea y fue muy lindo participar en algo así con mi arte, aportar desde mi lado.
-¿Se puede pintar y cuidar el medio ambiente? ¿Cómo hacés vos?
-Ufff esto es algo que tengo re pendiente. En mi día a día considero ser bastante sustentable pero la realidad es que la pintura es plástico y eso es una fiaca. En el exterior hay una marca que hace pintura que no daña el medioambiente pero acá no llego todavía. Lo que trato de hacer es usar latas para conservar la pintura y la reciclo con los usos. Por otro lado, cuando me llaman para pintar publicidades me parece que es una manera sustentable de publicitar, sin papel.
-¿Cuáles son tus próximos proyectos?
-En lo que resta del año tengo proyectos en Buenos Aires y la idea es el año que viene encarar para Europa a ver que sale. Este año tuve la oportunidad de pintar en Italia y estuvo muy hermoso… me encantaría repetir.
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