Rocío Igarzabal sabía lo que quería para su hija Lupi, y era que crezca a la par de un animal en su casa. El destino quiso que se cruce con unos amigos que tenían a Maui en adopción y a la semana ya vivía con la cantante.
Fotografía Marcelo Cepeda
“Maui es muy independiente, hace la suya. Le encanta que la acaricien pero no que la agarren. Es tranquila hasta que la molestan de más y ahí saca su parte salvaje y tira el zarpazo.”
“Por las noches es donde más mimosa se pone. Duerme en la cama con nosotr@s y ronronea a full. A mi me encanta observarla. Me busca para jugar a veces o de repente se esconde entre los peluches de Lupe y se duerme mil horas ahí”
“Con Maui nos parecemos en que tenemos nuestros tiempos. Hay días que cada una esta en la suya y hay días que estamos re pegadas. Y también somos protectoras de nuestra familia. Ella con otros gatos y yo con las personas.”
Cuenta de ig @rochi_igarzabalok
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