Este mastín portugués, que superó las tres décadas de vida, recibió su reconocimiento como el can más longevo del planeta en el mes de febrero del año pasado. En la recta final de su vida ha arrastrado problemas de visión.
El mundo animal, y también el de los récords, se encuentran de luto. Este lunes ha trascendido la noticia de la muerte de Bobi, el que hasta ahora era el perro más viejo del mundo. Un ejemplar de mastín portugués que había cumplido el pasado mes de mayo 31 años. Una cifra que se quedará durante mucho tiempo como un récord difícil de alcanzar.
Este perro, cuya raza es conocida oficialmente como ‘Rafeiro do Alentejo’, es conocido mundialmente, sobre todo en el ámbito de internet, ya que su extraño caso se ha viralizado a medida que iba cumpliendo años hasta destacar como el perro con la vida más larga del planeta. Su momento de gloria llegó en el mes de febrero del año pasado, cuando era declarado oficialmente el perro más viejo del mundo.
En aquel momento iba a cumplir los 30 años y ya había conseguido superar el anterior registro. La organización del Libro Guinness de los Récords le entregó su pertinente premio y su certificado que acreditaba esta hazaña. El acto tuvo lugar en Leiria, Portugal, donde residía junto a su inseparable dueño.
Los secretos de Bobi, el perro más viejo del mundo con 31 años
El universo animal llora hoy la muerte de Bobi, conocido por ser el perro más viejo del mundo. A sus 31 años, este entrañable can se había hecho universalmente famoso por ser capaz de aguantar por encima de lo que suele hacerlo cualquier miembro de su especie. Lo normal es que un perro tenga una vida de entre 10 y 13 años, por lo que Bobi incluso ha llegado a triplicar ese camino.