La periodista comparte su día a día junto a sus “hijitos”, quienes llegaron en pandemia y se convirtieron en una gran compañía. “Siempre me gustaron los gatos. En mi vida habré tenido más de veinte”, asegura.
Por Paula Labonia
-Chorizo y Avena son nombres muy originales, ¿a qué se deben?
-Eran nombres que me imaginaba simpáticos. No quería convencionales. Y la comida es algo importante en mi vida porque me encanta comer y cocinar. Avena me pareció muy lindo, lo tenía en mi cabeza. Y su cara también. Con Chori quería un poco el contraste: la avena que es un alimento sano y el chorizo más grasoso.
-¿Y son así de opuestos ellos?
-¡Sí! Tienen personalidades muy diferentes. Avena es una reina, arisca. Es una gata muy especial… complicada. Si algo no le gusta te lo demuestra a arañazos. Se lleva muy bien conmigo, con mi novio y con una de mis hermanas que es la que viene cuando yo viajo. Pero con la gente nueva que viene a casa es muy miedosa. Pone límites y te mide. Chorizo es todo lo contrario. Personaje, pícaro, juguetón, cariñoso. Confía en cualquiera. No le importa nada.
-¿Cómo se llevan entre ellos siendo tan diferentes?
-¡Muy bien! Juegan un montón, tienen mucha confianza… se re divierten.
-¿Siempre te gustaron los gatos?
-Sí, siempre. De chica tuve gatos y perros. Vengo de una familia muy bichera. Me encantan todos los animales. Tengo una debilidad por los bichos. Gatos en mi vidas habré tenido más de veinte. Ahora Avena y Chorizo son mis hijitos.
-¿Te gustaría sumar un perro a la manada?
-Me encantaría, pero siento que necesita más libertad y espacio. Yo ahora vivo en un departamento. En la casa de mi viejo sí tenemos cuatro bóxer que vienen de generación en generación.
-¿Cuándo llegaron Avena y Chorizo a tu vida?
-Avena llegó en mayo de 2020, pleno inicio de pandemia. Yo ya venía con ganas de tener un gato, un compañero en casa, porque vivía sola. Hasta tenía el nombre. Empecé a buscar y me llegó un video de ella con sus hermanitos. La vi y dije: “Es ella, es Avena”. Era como me la había imaginado. Muy loco. Yo justo estaba aislada por contacto estrecho y llegó ella a mi vida y me cambió todo. Chori llegó un año después. Ya venía sintiendo que Avena estaba muy solita y necesitaba un compañero. Justo la gata de la verdulera de mi hermana había tenido gatitos. Fui a la verdulería, se me subió y dije: “Listo, este es Chori”.
-¿Cómo fue la adaptación entre ellos?
-Cuando Chorizo llegó a casa tenía 45 días. Yo no sabía cómo iba a reaccionar Avena. De hecho una de las ideas de traer a Chori a casa fue hablando con su veterinaria para ver de qué manera aflojar un poco esa personalidad tan tajante que tenía Avena. Lo trajimos en una cajita y ella estuvo un rato largo oliéndolo, maullándole. No le gustaba nada. Estuvieron dos o tres días así y en un momento Chori medio que se le acercó, se acostaron los dos en una silla, Avena lo empezó a lamer y listo.
-¿Cuidás su alimentación?
-La cuido bastante. A lo sumo bajaré yo mi nivel de consumo personal pero a ellos siempre les voy a dar lo mejor. Les compro el alimento que me recomendó la veterinaria. Y obvio les doy algún gustito cada tanto.
-¿Si fueran periodistas, quiénes creés que serían?
-Si Avena fuese periodista sería mi abuelo, Diego Bonadeo. Cabrona como ninguna. Si algo no le gusta lo demuestra. Pero, con ese lado B encubierto de una ternura que se deja ver sólo con la gente que confía. Mi abuelo con la gente de confianza era un osito panda. Y Avena es la más tierna del mundo aunque todos me digan que es arisca. Con Chori me iría por un Jorge Guinzburg: chistoso, que hace reír… y con salidas muy creativas que te descolocan.
-¿Sos de involucrarte, mediante acciones o difusión, con el cuidado animal y ambiental?
-Colaboro con refugios de animales y me gusta mucho la naturaleza. Con respecto al medioambiente, me gustaría ser más consciente y cuidadosa. Siento que todavía tengo cosas (que te incorporan la sociedad y el sistema capitalista) que debo empezar a deconstruir de a poco. Como reciclar o comprar con menos plástico… lo tengo como un desafío.
-¿Cómo es tu relación con el vegetarianismo o el veganismo?
-De 2019 a mediados de este año fui vegetariana. Por cuestiones del deporte y del consumo energético que tengo, mi nutricionista deportólogo me pidió si podía volver a consumir carne. La verdad que vaca, pollo y cerdo no pude. Y dentro de lo perjudical para el cuerpo que es el consumo de carne, el que menos daño hace es el pescado blanco. Así que volví a eso un par de veces a la semana.
-¿Qué proyectos tenés para el año que viene?
-¡No puedo contar los proyectos que se vienen! Sólo puedo decir que me tienen con mucha ilusión.
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