Una pareja se casó en la cordillera con su perro como único testigo

A continuación el relato en primera persona de Antonella Parra sobre su boda con Nahuel Goñi en la cordillera con su perro como único testigo.

«A Duke lo fuimos a buscar un 24 de marzo del 2018, a la casa de una familia que lo habia rescatado de la calle ( tenia menos de 3 meses) Era un pichicho más, pero desde el principio nos sorprendio lo inteligente que era. No supimos hasta el dia que un hombre que caminaba por la calle se cruzo de vereda para contarnos fascinado que era un Border Collie Tricolor y nos dio detalles de la raza (a Duke ya lo amabamos sin saber que era de raza).
Llegó en un momento donde nosotros como pareja empezabamos a trastabillar, no por falta de amor, pero si porque a nivel personal estábamos extrañando mucho (nos habiamos mudado a1000km de nuestra ciudad natal). Con su llegada pasamos de ser una pareja de novios a ser una familia y entendimos lo que eso significaba. Donde todo se planificaba para 3, desde rutinas, paseos, hasta viajes. Duke es especial, el es el perro mas mimoso y expresivo del mundo, pero no tan bueno si alguien que no es presentado se acerca a nuestra puerta o a mi (dueña). No esta acostumbrado a andar con correa, ya que no te cruza la calle si no le das la orden y camina pegado a la orden de «junto». Excepto que lo guie nuestra sobrina, ahi el camina a pasos lentos y con una delicadez que sorprende.
Cuando decidimos casarnos de una forma atipica (sin invitados) supimos que él no podia dejar de participar. Cualquiera que nos conozca sabe que el siempre nos acompaña. Muchas veces escuchamos el «los reconoci porque lo vi a Duke» cuando andamos por la calle. Su lugar de la casa lo elige él, ya que duerme donde tenga ganas y no tenga calor, hay veces que somos muy permisivos pero le devolvemos con mimos y caprichos todo el amor que él nos da.

*Nuestro casamiento*
Cuando arrancamos a hablar de la idea de hacer un casamiento donde solo estemos nosotros tres, supimos que esto nos permiíia elegir un escenario de ensueños, con un paisaje que nos deslumbre, pero siempre y cuando podamos llegar con él.
Desde el comienzo nos imaginamos hacerlo en la coordillera, un lugar accesible para montar toda la escena. Fue en ese momento que buscando ayuda dimos con Luly Detry y le contamos la idea, sabiendo que era algo no comun, sin tener mucha idea de bodas y entendiendo que nuestro trato con Duke podia ser exagerado frente a muchos.
Ella nos entendio a la perfección, es mas, nos entendio mas que nosotros a nosotros mismos.
Nuestra idea era pisar un poquito de nieve a un costadito donde no molestemos ( no conociamos Villa La Angostura y nunca habíamos subido al Cerro Bayo). Un día antes de viajar ( 2 antes de la boda) Luly nos da la noticia que nos habia gestionado el permiso para subir al cerro con Duke, por telecabina, era la primera vez que se hacia algo como esto y es mas nos dio 2 opciones de escenarios. El factor sorpresa fue el principal impulso de nuestra boda, y habiamos decidido darle libertad a todos los que participaban de esplayarse en sus trabajos ( catering, decoración, video, peinado, maquillaje, entre otros)


La boda fue un sueño, era un lugar soñado, con gente que inspiraba, todo fue perfecto. Duke se robo la atención de todos ( como nos acostumbra) , fue el encargado de llevar los anillos , que casi pierde cuando se tento y empezo a revolcarse en la nieve. Pero sobretodo fue el encargado de trasmitir a todos los que participaron esa alegria instantanea de estar presentes en ese momento.