El periodista –junto a su novia Paloma Bokser– presenta a She-Ra, Tita y Pelusita, sus tres amigas adoptadas con quienes disfruta compartir el sillón del living para mirar la tele. “Es el mejor momento del día”, asegura.
Por Paula Labonia
-¿Quién llegó primero a tu vida?
-Las tres son adoptadas. She-Ra llegó en 2017. Yo me acababa de separar, me mudé solo nuevamente y quería vivir con un perrito. Vi el posteo en las redes, la fui a ver y ya se quedó a vivir conmigo.
-¿Cuál fue la siguiente?
-Dos años después llegó Tita. Al poco tiempo, con Paloma pensamos que estaba enfermita. La llevamos a dos veterinarios y nada. Nos fuimos a Barcelona y quedó al cuidado de un amigo que vino a casa. Dos días antes de volver, cuando logré conectarme a Wi-Fi, tenía varios mensajes de mi amigo. El primero decía: “Tita está bien, quedate tranquilo. Estaba embarazada”. Llamaron a un veterinario y salió todo bien. Nacieron dos cachorritos que los dimos en adopción.
-¿Y la tercera?
-Pelusita llegó en 2020 antes de la pandemia.
-¿Tuvieron que hacer algún proceso de adaptación mientras iban llegando?
-No, la verdad que se llevan súper bien entre ellas. No hubo que hacer nada. Al principio Pelusita tenía miedo, se escondía, ahora ya no. Cada una tiene su personalidad.
-¿Cómo son?
-Cuando salimos a pasear, She-Ra no se puede quedar en un mismo lugar. Si vamos al parque no me puedo sentar, se pone inquieta. Pelusita es miedosa al principio, cuando recién conoce a alguien y Tita es mega mimosa. Solo le molestan los gatos. Si pasa uno cerca se vuelve loca.
-¿Tuviste otros perros antes?
-Tuve a los 14 años una perrita que murió enseguida. Y recién a los 25 años tuve otro con mi novia de ese momento, Batman. Se quedó a vivir con ella cuando nos separamos. Y después a Puré, que hicimos tapa en Oh My Dog. Murió en 2015 más o menos.
-¿Cómo nació tu amor por los perros?
-No sé. Nunca entendí muy bien de dónde viene, qué es lo que me pasa, pero tengo un vínculo muy profundo con ellos. El perro es un animal maravilloso. Para mí es más que una compañía.
-¿Paloma también siempre fue doglover?
-Ella se hizo mucho más perrera conmigo.
-¿Qué les gusta hacer con la manada?
-Para mí, el mejor momento del día es cuando me siento en el sillón y vienen las tres al lado mío. Y si algún día me cuesta dormir, me llevo a alguna a la cama. Son como bolsitas de agua, pero de amor. Y otra cosa es que cuando paseo les hablo todo el tiempo. Parezco un loco. Bueno, y Paloma tiene una gran habilidad para quedarse dormida con las chicas en el sillón. Cada tanto las grabo. Tenemos imágenes haciendo cucharita, donde She-Ra está abrazándola a ella. O las otras dos dormidas en sus brazos.
-¿Quién de los dos es más débil ante los caprichos de las chicas?
-¡Yo! Soy muy poco severo… pero bueno… ¡son muy tiernas!
-¿Dónde duermen?
-Tienen sus camitas. En la puerta de nuestro cuarto tapamos con unas cajas para que no puedan entrar, salvo los fines de semana que lo tienen permitido. A veces corren las cajas y nos despertamos en medio de la noche con alguna arriba de la cama. Les encanta.
-A tus redes subiste una foto en la radio con Tita, ¿solés llevarlas a tus trabajos?
-No. A She-Ra si la llevo se va a estresar y Pelusita se va a poner muy nerviosa. A Tita la llevé alguna vez a la radio y se la pasó a upa de todos. Dormía la siesta en todos los regazos. Pasa que me estreso yo porque le estoy prestando atención todo el tiempo.
-¿Qué proyectos laborales tenés para la segunda mitad del año?
-Voy a seguir en Radio Urbana Play con “Todo pasa” y con una pizzería -que tengo con un socio-, que se llama Pony Pizza. Fue el primer local que abrió en el pasaje Echeverría. Y tengo otras cosas que por ahora no puedo mencionar.
Cuenta de Instagram: @clementedeviaje
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