El Norfolk terrier es un perro pequeño, amigable y muy activo. Cazador por naturaleza, este pariente cercano del Norwich Terrier, ha dejado hace mucho tiempo de ser un perro de trabajo para convertirse en un excelente perro de compañía.
El pequeño cuerpo de este perro es compacto y fuerte para su tamaño. Las patas son cortas pero fuertes y musculosas, y tienen pies redondos con almohadillas gruesas.
La cabeza de este terrier es ancha y levemente redondeada. El hocico, fuerte para sus dimensiones, tiene forma de cuña. Los ojos ovalados tienen expresión alerta e inteligente, y son de color café oscuro o negro. Las orejas son medianas y en forma de «V», levemente redondeadas en la punta y caen hacia adelante junto a las mejillas.
La cola del Norfolk terrier es gruesa en la base y se adelgaza gradualmente hacia la punta. De acuerdo con el estándar FCI de la raza, antiguamente la amputación «estética» era optativa. Afortunadamente, esa costumbre se está perdiendo y es ilegal en muchos países.
El pelo de este terrier es duro y áspero (pelo «de alambre»), recto y bien pegado al cuerpo. Puede ser de cualquier tonalidad de rojo, negro y fuego, trigo o grisáceo. Se permiten algunas manchas blancas, pero no son deseables.
Los Norfolk terrier son perros amigables, alertas, extrovertidos y juguetones. Si bien son perros que han sido seleccionados para cazar animales de madriguera, son menos agresivos que otros perros terrier.
En general, tienden a ser sociables con las personas, aunque pueden ser tímidos con los extraños. También tienden a llevarse bien con otros perros.
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