El Labrador Retriever está considerado el perro de cobro por excelencia, capaz de trabajar sobre cualquier tipo de terreno, demostrando resistencia y dureza. Es posiblemente la raza de perro más popular que existe en el presente. En los Estados Unidos, durante los últimos años, ha tenido el registro anual de cachorros más alto de todas las razas reconocidas (de acuerdo a las estadísticas del AKC). Al menos en los últimos tres años los registros del Labrador han sido casi tres veces más que los del segundo lugar, el cual le correspondió al Golden Retriever. En Inglaterra y Australia también goza de gran popularidad. Y en Argentina encabeza el ranking.
Originario de las costas del Labrador, de donde toma el nombre, este perro era utilizado por los pescadores de bacalao para recuperar grandes peces que caían al mar después de la captura. Es introducido en Inglaterra en 1820 donde fue apreciado por sus cualidades de cobrador y como perro de compañía por su dulce carácter. Ha tenido una gran difusión en todos los países de origen anglosajón.
De fuerte constitución, corto, sólido, de gran dureza, es un perro de aspecto noble y atento con una expresión franca y muy dulce. Tiene un cráneo amplio, pecho y costillas amplias y profundas; la región renal y los miembros posteriores son anchos y fuertes. Es característica su cola, muy gruesa en la base, afinándose hacia la punta, de longitud media, sin flecos, da la apariencia de ser redonda y se la denomina «cola de nutria». El pelaje es corto, apretado, duro, sin ondulaciones ni flecos, con una capa de subpelo denso. El color puede ser totalmente negro, marrón (hígado chocolate) o amarillo, este último en todas las tonalidades del crema al rojo.
Tanto el Labrador Retriever como el Pastor Alemán son razas que padecen habitualmente displasia de cadera, patología que puede convertirse en un gran problema, así que, cuando compres el perro el criador debe certificar que el cachorro está libre de displasia. La forma de erradicar esta enfermedad es que «»si los padres están libres de esta dolencia, genéticamente los cachorros saldrán bien»» asegura Mª Jesús Toscano. También los canes que tienen las orejas colgantes son muy propensos a sufrir infecciones.
Esta raza es disciplinada, mansa, tranquila, pacífica, obediente y dócil pero, sobre todo, es muy inteligente. Se presenta como una de las razas seleccionadas para ayudar a personas con discapacidades físicas o auditivas. Son los denominados perros de asistencia.
Dentro de este mismo campo de asistencia hay que destacar el papel de los perros-guía, especialmente entrenados para guiar a los invidentes por las calles. Las razas más utilizadas para este fin son, además del
Pastor Alemán, el Labrador y el Golden Retriever. Los perros ‘lazarillo’ consiguen evitar que sus dueños corran determinados peligros, como el de ser atropellados. Además, a estos animales se les suele enseñar los caminos más habituales que han de recorrer para que no se pierdan y sean ellos quienes guíen a los dueños.
Frecuentemente, son entrenados para la detención de bombas, incendios, para búsqueda y rescate. El Labrador Retriever tiene un buen olfato, es fácil de educar y tiene buen carácter. «»Si una persona les enseña, están predispuestos siempre. Tienen una capacidad enorme para aprender».
Si tienes la suerte de disfrutar de un perro Labrador, habrás notado que una de las características principales de tu animal es «»su amor por las personas y la felicidad que desprenden cuando se encuentran rodeados de su familia»» concluye Mª Jesús, criadora de esta fantástica raza
Tiene buen temperamento y es muy ágil. Posee un excelente olfato y cobra con delicadeza; es muy aficionado al agua. Es un animal adaptable y devoto compañero. Inteligente, vivaz y dócil, con fuerte voluntad para complacer. De carácter afable, sin ninguna señal de agresividad o timidez impropias.
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