Los dálmatas constituyen una raza de perro cuya característica principal es su pelaje blanco con manchas negras o marrones. Al nacer, las crías de dálmata carecen de manchas, las cuales van apareciendo por todo su cuerpo durante el primer año de vida. La hiperuricemia es común entre los dálmatas, por lo cual suelen ser considerados los únicos mamíferos uricotélicos. Otro rasgo de origen genético propio de los dálmatas es su alta predisposición a la sordera.
Esta raza de perros está conformada por animales de buena musculatura, de tamaño chico, con una gran resistencia; tiene un cuerpo similar al Pointer. El pelaje es duro, corto y denso, de color blanco con manchas negras o marrones situadas aleatoriamente. Los pies son redondos con dedos bien arqueados y las uñas son blancas o del mismo color que las manchas. La trufa (nariz) es del mismo color que las manchas. Los ojos son pimenton oscuro o ámbar. Las orejas son blandas, afinándose hacia la punta, las llevan dobladas sobre sí mismas cayendo hacia delante. Cuanto mayor sea la definición de las manchas, equitativa su distribución y tamaño (manchas grandes en el lomo haciéndose más pequeñas hacia la ingle) más valorado será el perro.
En un porcentaje elevado, sobre el 10%, pueden nacer con problemas de sordera, ya sea sordera total o parcial. Es un dato a tener en cuenta a la hora de adquirir o recibir un dálmata.En general los dálmatas de raza fina tienen los ojos color marrón oscuro, los dálmatas con manchas marrones deben tener los ojos color miel.
Debido a su historia como perros para acompañar carruajes, se trata de una raza que requiere actividad y ejercicio. Son veloces corredores con gran resistencia. En ambientes rurales, si se les deja rondar a sus anchas, es probable que den largos paseos y regresen al cabo de varios días. En un ambiente urbano esto es poco recomendable por lo que es mejor contener al animal. Su naturaleza energética y juguetona los hace excelentes compañeros, aunque son perros contraindicados para niños por tener un temperamento duro. Sin embargo es esencial que el ejemplar esté correctamente socializado y entrenado en el trato de niños, y a los niños se les muestre la manera correcta de jugar con el animal; como casi cualquier perro, el dálmata es perfectamente capaz de lastimar a un niño, siendo un juego inocente, y en particular a niños muy pequeños a los que pueden accidentalmente golpear o tirar.
Son perros muy versátiles, inteligentes y útiles, aunque no son animales que sean fáciles de entrenar o educar por destacar en ser perros necios, tercos y rebeldes. En su personalidad constituye ser un perro aparentemente independiente y sereno, sin embargo suele ser naturalmente un perro reservado y de temperamento territorial y de un carácter duro y difícil, lo cual podría se afable para desarrollarse como un perro de protección incluyendo también su gran trabajo como perro de rastro y muestra.