Platón pasó por todas, nació en un criadero, sufrió la irresponsabilidad de sus dueños, la intemperie, el abandono, un dolor tan intenso que lo llevó a arrancarse su propia pata. Pero esta historia, gracias al amor de mucha gente, tiene final feliz.
POR ALMENDRA GARGIULO
Hace más de dos años que vivo con Platón. Hace más de dos años que todo está atravesado por Platón y sus necesidades. En prácticamente todo este tiempo todo lo que podía salir mal salió mal. Cada vez que algo pudo salir peor salió peor. Y cuando ya no había forma de que empeorara por algún motivo extraño de la naturaleza, de alguna forma creativa e inimaginable el cosmos logró que mágicamente todo empeorara. Platón pasó por todas. Nacer en un criadero, la irresponsabilidad de sus dueños, la intemperie, el abandono, un dolor tan intenso que lo llevó a arrancarse su propia pata, osteomielitis, amputaciones, cirugías, clavos, anestesias varias (creo que 7), curaciones dolorosas… Y miedo. Mucho miedo. Después de todo esto uno podría pensar que Platón podría (y hasta correspondería) que fuera un perro agresivo, pero no. Es puro amor y mimos. Se la pasa dando besos y mostrando la panza para que lo rasquen.
Platón nos inspira todos los días. Platón nunca dijo basta. Platón siempre nos indicó con su mirada que estábamos en el buen camino, que él podía. Se adaptó a todas las circunstancias, a todos los cambios, a todas las buenas y a todas las malas. Y si él puede, por qué no vamos a poder nosotros? Platón fue sostenido por muchas manos en este camino. Maria Elena Martinez, su cirujana, fue y sigue siendo un pilar indispensable en la recuperación de Platón (y de paso se convirtió en mi vet gurú).
Durante muchos meses nos vimos todos los días, hicimos magia con horarios, nos mandamos mensajitos nerviosos a las 4 am antes de las cirugías y hasta pasamos una navidad juntas. Hernan Cornes, nuestro fisioterapeuta (Hernán ya es de todos) que siempre nos hace sentir que eso es vocación. Los padrinos de Platón, Ricardo Rossi que se puso a disposición desde el primer momento para hacer de chofer/ingeniero/yoteresuelvotodo, Sabrina Duek, la tía maravilla que se lleva al gordo los findes, le arma planes como si fuera un niño y me lo devuelve los domingos cada vez más malcriado, Marisa Meloni, la drug dealer/cadeta/mensajera/secretaria del grupete y Jay Ernst mi compañero, siempre a la par de mis aventuras. También contamos con la presencia y el apoyo de Maria Fernanda Correa, Fernanda Sat, Dano y Jose Caputo, siempre listos como boyscouts cada vez que aparece Platón en alguna de las vetes. Es indispensable recordar que todo esto se logró gracias a las hermosas personas que se animaron a rescatarlo (mi agradecimiento infinito hacia ellos), a P4P(Proyecyo 4 Patas) que apostó a Platón y aportó los recursos para su tratamiento y los cientos (si, fueron cientos) de donantes y colaboradores que se acercaron, aportaron unos pesos o le mandaron gasas. Mi enorme agradecimiento para todos ellos ya que HOY PLATÓN ES UN PERRO FELIZ!
*Actualmente, estamos en juicio por la situación de abandono en la que encontramos a Platón. Luego del momento del rescate, P4P, realizó la denuncia en la Comisaría de Merlo. La denuncia fue hecha por incumplimiento a la ley 14.346 de Protección Animal, ley complementaria a nuestro Código Penal. La misma siguió su curso en la cual, yo como abogada me involucre mucho y la seguí bien de cerca para que no quedara en el aire. Dicha causa cayó en la UFI 4 de Morón, a cargo del fiscal Alejandro Jons, quien una vez enterado del caso, se intereso en el mismo y estuvo a la altura de las circunstancias y luego de los procedimientos de estilo, cito a indagatoria a la ex dueña de Platón, la cual fue imputada por el delito de Maltrato Animal. En este momento la causa fue elevada a juicio oral y se encuentra radicada en el Juzgado de Garantías 5 de Morón. Mas allá de la condena que pueda tener la ex dueña de Platón, que creo debe ser castigada por el abandono, estoy contenta y feliz del avance y la adaptación que tuvo Platón a nivel medico, social y anímico.