Por: Guadalupe Santomé Osuna
Si de mejores amigos se trata, podemos describir de forma casi perfecta la relación que tiene Peter Alfonso con Moro, el Bulldog Francés que apareció por primera vez en un reality y terminó de sellar el amor con Paula Cháves, hace trece años atrás. Hoy, con una familia consolidada, el productor y el perro siguen escribiendo el guión de una historia de amistad y fidelidad que podría verse en los mejores teatros y emocionar hasta las lágrimas a la crítica.
¿Cuál es el primer recuerdo que tenés de un perro?
Los dos perros en mi vida fueron un border collie y un callejero que siguió a mi hermana una vez y se quedó. Se llamaban Frank y Tom, fueron mis perros de la infancia. Frank se llamaba así por Frank Sinatra y Tom por Tom y Jerry. Me acuerdo qué callejero era un personaje porque se iba y volvía todo sucio y con olor, ¡una vez hasta volvió con un tiro!… me seguía en el colectivo hasta Adrogué, era lo mas bueno que había en el mundo.
Después tuve ovejeros. siempre fui muy perrero. siempre hubo un perro grande en casa porque tenía un parque gigante ahí en Mármol. Yo tendría unos siete años y me acuerdo de que entraban en casa, los llevamos a la playa, siempre fuimos perreros.
Después de tener una infancia muy perruna tener a Moro fue muy fácil, ¿Tenés también una galga?
Si, en realidad con Pau (Cháves) rescatamos. Moro siempre estuvo acompañado de otros perros porque somos una familia de tránsito, siempre que hay un callejero dando vueltas viene acá. Al principio era difícil porque los chicos cuando los perritos se iban con su nueva familia extrañaban mucho y lloraban, pero después fueron entendiendo la dinámica.
Con la galga, Matilda, decidimos que lo mejor era dársela a Gegé Neumann. Tenemos contacto con todos los perros que dimos en adopción, Pau es la que se encarga casi siempre de hacer el seguimiento. Ahora tenemos una gata, que casualmente se llama Mora y duermen juntos.
¿Cómo llegó Moro?
¡Bueno, qué cosa!… Moro llegó porque Pau quería mucho tener un perrito, un Bulldog Francés, y como desde el principio de nuestra relación fue todo muy televisado, yo hice la gestión para intentar conseguir al cachorrito a través de ShowMatch. De hecho, el momento en el que le doy el perrito a Pau se puede ver incluso hoy si lo buscas en internet, porque fue en vivo. Moro tenía unos tres meses, fue hace trece años, ¡Imaginate, fue todo por la tele!
Pero en algún un momento la cámara se apaga…
¡Si, tal cual!, eso no fue show. Obviamente Moro vivía con Pau en su departamento de soltera y era terrible, nos comía todo. A mi me comió un botín, pensamos que iba a ser un problema (risas). Pero después dejó de serlo, es que era muy cachorrito. Igualmente nosotros lo llevábamos a todos lados, siempre estaba en ShowMatch, se metía al aquadance incluso. Era literalmente un hijo, creo que fue nuestro primer hijo. Después con la llegada de los bebés humanos, Moro fue ocupando otro lugar y también se llevó muy bien con eso.
¿Cómo fue la llegada de los hijos?
Moro siempre fue muy compañero con los bebés. Siempre decimos que él fue el primero que se dió cuenta cuando Paula estaba embarazada porque estaba muy pegado y sobreprotector. Él lo sentía. Fue el que predijo el embarazo de Oli. De hecho, tenemos un chiste interno que hacemos cuando Moro se pone muy mimoso, yo le pregunto: “¿No estarás embarazada?” (risas) Con los bebés fue siempre super delicado, muy bueno, pero le afanaba los chupetes porque les tiene adoración. Es el día de hoy que si le damos un chupete se lo queda. Siempre les tuvo mucha paciencia y muchísimo cuidado. El quiere estar siempre en el medio y hasta se enoja si llega alguna visita a casa y no lo saludan a él. ¡Es parte de la familia!
¿Cómo descubrieron que ama el agua?
Lo que pasa es que se crió con el golden que era del papá de Paula y cuando íbamos a Carlos Paz se tiraban en la pileta. Es un enfermo del agua, lo tenemos que sacar porque sino se queda todo el día, incluso hoy, de viejo y con problemas de cadera, se desespera y lo disfruta como si fuera un nene.
¿Tuvieron algún susto?
¡Si!, sólo para empezar, a mi se me ha perdido un par de veces y fue un dramón… después nos pasó que pensamos que se había muerto porque lo agarró el pitbull del vecino. Yo estaba arriba trabajando con unos compañeros y escuché gritos. Cuando bajé me encontré con una situación desesperante porque no lo veíamos por los arbustos y les empecé a tirar agua para tratar de separarlos mientras Paula llamaba al veterinario y gritaba porque Moro no se movía. Cuando lo logramos, Moro salió corriendo y si bien tenía sangre, estaba bien.
¿Quién es Moro hoy para ustedes?
Moro es todo. Es mi familia, mi mejor amigo. Me acompaña siempre, hacemos viajes juntos, es mi todo de verdad. Es el inicio de mi relación con Pau, hace de hermano, hijo y fundamentalmente de familia. Por este motivo yo tenía el sueño de que conociera el mar y la playa, aunque sea con frío, porque sabía que le iba a gustar. Entonces una noche lo pensé bien y nos fuimos los dos solos, como mejores amigos, a San Bernardo, que es un lugar muy especial para mí porque veraneé allí durante toda mi infancia. La verdad es que fue espectacular. Ojalá que la próxima vez que vayamos podamos meternos al mar y disfrutar con los chicos también.
PH: Carolina Herrera
ROPA: BOLIVIA
RETOQUE: NICO FAZZIOLI
Sin Comentarios