Las chicas de la 3

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Las Chicas de la 3 son pareja hace más de 10 años, comparten la pasión por la gastronomía y un amor inesperado… sus siete perros, todos ellos adoptados y con una historia bajo el brazo. 

 

por: Guadalupe Santomé Osuna

FOTOGRAFIA: MARTINA ZAMUDIO

 

Pato y Romi definen a su familia como muy grande, todos juntos, pero un poquito separados, ya que sus perros viven en su casa y en el mercado. “Las primeras en llegar fueron Upi y la China, las encontré una tarde que hacía muchísimo frío en el mercado y fui a buscar algo al auto. Las dos eran muy chiquitas, y yo me las quería llevar a casa porque no iban a pasar la noche”, narró Romi, quien fue interrumpida por Pato exclamando “¡Yo no quería saber nada!, le decía que no, que no, y que no, pero Romi insistió y accedí”.

 

Aunque Romi le juró a Pato que se haría cargo de ellas y que luego las daría en adopción, eso nunca sucedió. Tan pronto como las perritas se curaron, comenzaron las aventuras y ya van 6 años de su adopción.

 

“Luego de que ellas llegaron pasamos de un departamento a una casa con patio con ellas, así era mucho más cómodo para todas y a los dos años de adopción de China y Upi llegó Ambar. Era un viernes tardísimo y no sabemos de dónde salió, pero nos siguió y nos dimos cuenta de que tenía las tetitas colgando, la llevamos al veterinario y comenzamos los cuidados en casa. Un día había muchísima lluvia y pensábamos que la habíamos perdido, pero Romi la encontró detrás de una puerta de madera con un perrito… ¡Ámbar estaba preñada y no lo sabíamos porque no tenía nada de panza!, así empezó esta locura.

 

Con Ámbar siendo madre y la ternura de Benito, Romi y Pato no habían reparado en la importancia que tiene la castración en las mascotas hasta que Benito embarazó a la China sin que se dieran cuenta nuevamente. Una vez que la perra parió a sus cuatro cachorros, decidieron castrarlos a todos.

 

Mientras la manada crecía, Pato contó que comenzaron a haber problemas con Ámbar y Upi: “ las perritas empezaron a pelear muy feo, se lastimaron y estaban lastimadas. Por eso las teníamos separadas un tiempo hasta que una amiga nuestra se ofreció como su nueva madre y ahí la dimos en adopción”

 

Aunque Ámbar encontró una nueva familia, la manada siguió creciendo con los bebés de La China (aún hoy siguen juntos) y los perros vecinos que pasan a visitar a Las Chicas de la 3  porque son bien atendidos. “Tenemos fija una perrita en el frente de casa llamada Feli, es una callejerita que tiene una cuchita y es muy feliz”, afirmó Romi.

 

Pero Romi no olvidó a los protagonistas del programa de Netflix. La Poro y el Chori: “Ellos trabajan tanto como nosotras, y viven en el Mercado Central, donde está el puesto de comidas. Todos los días cuando llegamos al local ellos están haciendo la guardia de noche y les damos un desayuno fuerte para que puedan descansar”.

 

“Tener tantas mascotas es una locura, es una responsabilidad, pero la asumimos y vivimos con esto porque es lo que elegimos”, culminó Pato, quien desde el primer día siguió los impulsos de Romi y aceptó comenzar con lo que luego sería una gran familia.

CUENTA DE IG: @laschicasdela3

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