¿Por qué algunas razas viven más que otras? ¿Cómo afectan la genética, el medio ambiente y el estilo de vida a la longevidad y al riesgo de enfermedad? ¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestros fieles amigos puedan mantenerse activos, felices y sanos durante el mayor tiempo posible de sus vidas?
Esas son los principales interrogantes que llevaron a un grupo de especialistas de la Universidad de Medicina Veterinaria de Washington, EE.UU, liderados por el genetista evolutivo Daniel Promislow, a desarrollar un estudio al que llamaron “Dog Aging Proyect” (“Proyecto de Envejecimiento de Perros”).
Mientras un parte de este estudio, que ya es considerado como el más importante jamás realizado hasta el presente a nivel mundial, consiste en poder establecer la secuenciación de los genomas de al menos 10.000 perros, otra parte se concentrará en los perros más viejos de la manada-, conocidos como los «supercentenarios«, para tratar de determinar cuáles son las claves de su longevidad.
“Todos nosotros estamos realmente entusiasmados con lo que saldrá de este ambicioso proyecto sin antecedentes a nivel mundial”, comentó, a Seattle Times, Elaine Ostrander, quien desde hace más de 20 años viene estudiando el comportamiento genético de los perros en el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, de la ciudad de Seattle.
Según explicó Ostrander, quien no participa de este proyecto, durante mucho tiempo ha quedado claro que los perros grandes tienen una esperanza de vida más corta que los perros pequeños, y que las diferentes razas están predispuestas a diferentes dolencias: los golden retrievers son propensos al cáncer, en tanto que mientras los pastores alemanes suelen desarrollar displasia de cadera, por su parte, losdoberman pinscher tienen una alta prevalencia a contraer enfermedades cardíacas.
“Este proyecto ayudará a revelar más sobre los mecanismos detrás de esos vínculos, y los especialistas van a poder establecer esas conexiones de manera bastante estrecha, porque su conjunto de datos es el más grande que existe”, agregó quien actualmente trabaja en el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano.
Por último, los investigadores también esperan poder obtener información acerca del envejecimiento normal, junto con todo el espectro de dolenciasque afectan a los perros mayores, desde la artritis y la pérdida auditiva hasta las cataratas y el deterioro cognitivo.
“Si bien descubrir formas de ayudar a los perros a vivir más tiempo sería maravilloso, el objetivo principal de este programa es el de prolongar el período de salud de nuestras mascotas. Ese período dorado de bienestaren el que los perros pueden saltar, bucear, buscar y acurrucarse sin dolor ni discapacidad”, comentó Promislow.
“Me gustaría saber si hay algo que podamos hacer como humanos, como sus socios, para extender sus vidas un poco más”, agregó el creador de este programa que está reclutando 500 perros mayores para un año de tratamiento y dos años de seguimiento.
“Incluso, si en realidad no cambiamos la esperanza de vida, si mejoramos la experiencia del envejecimiento, eso será muy, muy valioso para los perros y para las personas que los aman”, concluyó.