CONOCÉ LAS MEJORES RECOMENDACIONES
Marina Snitcofsky, médica veterinaria y especialista en comportamiento felino, detalla algunas maneras relacionadas con la conducta y el ambiente, para prevenir enfermedades urinarias en los gatos.
La sociedad está cada vez más preocupada por la salud de los gatos. Muchos son los mitos acerca de las enfermedades que pueden contraer, sobre su comportamiento y sus hábitos diarios. Lo que tenés que saber es que si tu gato no está tomando la cantidad de agua necesaria, esto puede predisponer a un problema urinario.
“¿Cómo sé si está tomando suficiente agua? ¿Cómo puedo incentivarlo a que tome más agua?, ¿Cuál es el mejor recipiente para ofrecerle agua a mi gato?”, de seguro éstas son algunas de las preguntas que quizás nos hacemos o pensamos, pero no necesariamente consultamos. La doctora Marina Snitcofsky, veterinaria MN8066 y especialista en comportamiento felino, responde a estas dudas y nos entrega sugerencias sencillas para que un gato goce de buena salud.
Algo que muchos desconocen es que los gatos son grandes escondedores de patologías, como parte de su historia evolutiva, ya que además de ser animales predadores, al mismo tiempo pueden ser presa de otros animales más grandes y fuertes, por eso es que son especialistas en ocultar sus debilidades. La mejor forma de darnos cuenta del verdadero estado de salud, es analizando su comportamiento diario. “Si observamos, nos daremos cuenta qué anda bien y qué no. Hay que estar muy atentos a las señales sutiles, como la falta de acicalado (limpieza del pelaje a través del autolamido) o de juego, o si vemos que el gato ingresa varias veces a la bandeja sanitaria pero no orina ni defeca, o si comienza a orinar fuera de la bandeja, estos pueden ser signo de un problema en las vías urinaria bajas (vejiga y uretra)”, comenta Marina.
¿Cuáles son los tres indicadores más comunes de que un gato no toma suficiente agua? “además de no verlo beber, y de qué el bebedero está intacto, el gato puede buscar fuentes alternativas de agua (el grifo, charcos de agua, la pileta con platos para lavar, etc) y, si llegara a pasar mucho tiempo sin beber y ya exhibiera deshidratación, podemos detectarlo a través del manto de pelo deslucido, la piel poco elástica, los ojos hundidos o con poco brillo y la pérdida de peso”, señala Snitcofsky.
“Hay varias estrategias que podemos seguir para incentivar a nuestro gato a beber más agua, pero siempre se recomienda realizar una primera prueba y luego observar cómo responde el gato. El secreto está en ver qué es lo que este gato prefiere”, agrega Snitcofsky. “Los felinos no buscan agua en relación a la ingesta de comida, a diferencia de los humanos, que estamos acostumbrados a comer y beber casi intercaladamente”, sostiene.
“Los gatos tienen preferencia por el agua limpia y que corre. No debemos poner el recipiente de agua al lado del de comida, porque si el agua se ensucia con restos de comida, probablemente el gato deje de tomarla”, subraya Snitcofsky. Y añade: “Siempre que sea posible, el bebedero debe estar alejado al menos un metro respecto del comedero, y ambos alejados no menos de un metro de la bandeja sanitaria y de su zona de descanso”.
Por otro lado, un tema muy importante es el recipiente donde colocamos el agua. Los de plástico son los que encontraremos fácilmente en supermercados y tiendas. Sin embargo, la preferencia de ellos está lejos de esa opción. “En general, hay una tendencia a preferir los de barro, cerámica o porcelana en primer lugar; en un segundo lugar los de vidrio, luego los recipientes de metal y por último los de plástico. Estos últimos pueden ser rechazados porque absorben y mantienen sabores y olores que pueden resultarles desagradables”, detalla Snitcofsky, quien da charlas en congresos alrededor de todo América Latina.
Siguiendo con los recipientes, también resulta importante analizar el tamaño de éstos, “algunos prefieren beber de un plato hondo y ancho, y otros de un recipiente angosto como un vaso, es importante estar atentos a la preferencia de cada gato. Una técnica útil puede ser colocar distintos recipientes con agua en distintas áreas de la casa y observar de dónde eligen tomar”, argumenta Snitcofsky.
Los gatos pueden pasar horas sin tomar agua por más que tengan un recipiente lleno a pocos metros. ¿Por qué? “Se debe a que prefieren el agua que corre, de una canilla por ejemplo. Otra idea que funciona bastante bien y además despierta su curiosidad innata, es usar bebederos tipo «fuente» que recirculan el agua, o bien para estimular la ingesta de agua en gatos que beben muy poco, se pueden hacer cubos de hielo con caldo de carne u ofrecerles el agua de la conserva de atún o de vegetales (siempre consultando si los tenores de sal y grasa sean adecuados) o, si la toleran sin inconvenientes, se les puede ofrecer leche. Adicionar alimentos húmedos a sus comidas diarias es otra forma de hidratarlos. Un sobre de alimento húmedo aporta un tercio del agua que un gato adulto sano necesita».
Por último, debemos saber que “la interacción social y la actividad lúdica aumentará la motivación por hidratarse, por lo que podemos estimularlo mediante sesiones de juego, caricias o cepillado del pelo (si es que le gusta), y a continuación se le ofrece agua fresca”, relata Snitcofsky.
Entonces, podríamos decir que ahora tu curiosidad cuidará a tu gato. Estate atento a las señales que puedas detectar y seguí estos consejos para incentivar su consumo de agua.