La línea de los Shar Pei actuales es llamada americana, son más pequeños, más gruesos, con arrugas más marcadas, de aspecto más pesado, el hocico más grueso y en general un pelo más largo. Su cabeza debe estar bien proporcionada, sin ser excesivamente grande, destacando en ella las arrugas de la frente. Estas arrugas son muy importantes y caracterizan la raza. Representan el signo chino de la longevidad y son como la garra de un dragón.
El cráneo ha de ser redondo y grande en su base, pero plano y ancho en la frente. El stop debe ser moderado, dando paso a una nariz grande y ancha, preferiblemente de color negro. El hocico debe ser ancho en su base y estrecharse ligeramente en la nariz. Los labios y la parte superior del hocico son carnosos y dan a veces origen a un pequeño bulto en la nariz. La dentadura completa no se permite la ausencia de ninguna pieza y ha de ser una mordida en tijera perfecta. Sus ojos oscuros, siendo indeseables los de colores claros, la función de los párpados no debe ser interrumpida por las arrugas. Las orejas pequeñas, con forma de triángulo, ligeramente redondeadas en las puntas, deben ir dirigidas hacia delante y pegadas a la cabeza.
El cachorro ha de tener su cuerpo lleno de pliegues. El adulto tiene arrugas en la cabeza y en la cruz y una hermosa papada. Su cuerpo debe ser cuadrado, con un pecho ancho y profundo, una espalda fuerte y recta, con una cola que será llevada en alto y curvada en una o dos vueltas, dejando al descubierto el ano, que estará dirigido hacia arriba. El pelo es muy corto, nunca más de 2 centímetros, nunca se le debe cortar; se permiten todos los colores con la condición que sea de un único color. El Shar Pei mide entre 48 y 58 cm, con un peso de 18 a 29 kilos.
Existe la creencia popular de que hay una sub-raza, llamada «minipei», que se considera un Shar Pei con permanente aspecto de cachorro, que no crece ni pierde sus arrugas. Esto no es así. Los ejemplares con esas características son Shar Pei que no se han desarrollado correctamente y que en un concurso de belleza serían automáticamente eliminados, en el caso de las hembras estas son más pequeñas que los machos.
El Shar Pei se destaca por su temperamento sereno y equilibrado. Es un animal independiente y de un solo amo. Dependiendo del animal y su crianza, en ocasiones puede parecer autista. Su carácter se asemeja al de un gato, incluso en su manera de juguetear con los objetos mediante «zarpazos».
Revoltoso de cachorro, el Shar Pei puede ocasionar serios daños a determinados ambientes de la casa durante sus primeros años de vida, en especial a aquellos en los que abunde madera. Por eso es importantísimo que se canalice la tendencia a morder hacia mordedores o juguetes adecuados, así se evita que estropee el mobiliario.
Pero al entrar en la madurez su carácter cambia para bien y se vuelve menos «travieso» y más tranquilo y sedentario. Debido a esta tendencia al sedentarismo es importante para el dueño del Shar Pei que le de un paseo al menos 3 veces al día y una adecuada alimentación. De no existir dicha actividad física es probable que aumente de peso. La actividad física también le proporciona un equilibrio psicológico al perro, aportando disciplina y gasto energético.
Muestra una ligera indiferencia ante los extraños, y desarrolla el papel de perro guardián a la perfección, aunque es muy fiel y cariñoso con la familia.
Su carácter algo obstinado, obliga a emplear métodos de adiestramiento en el que se debe erradicar el castigo físico, porque además de no obedecer se fomenta así su agresividad. Al cachorro de Shar Pei se lo debe tratar con mucho cariño y tener cuidado en éstos métodos de entrenamiento ya que la violencia lo vuelve un perro inseguro y agresivo. Será fácil adiestrarlo con recompensas en forma de «golosina», galletas o alimentos que no toma a menudo.
En su relación con los demás animales manifiesta su actitud jerárquica, por lo que es sumamente importante la socialización desde cachorro, debe convivir con otros perros desde muy temprana edad, conocer a otros que no pertenezcan a la «manada-familia» y establecer lazos a la vez que normas para la convivencia.
Los shar pei son muy amigables cuando los tratas bien, la mayoría de veces cuando muerden, es cuando les jalas los bigotes, les tocas las orejas por adentro, o los maltratas.
Las arrugas son más abundantes cuando el Shar Pei es un cachorro, en la mayoría de los casos, a medida que el perro va creciendo se van perdiendo la mayor parte de las arrugas, y se conservan sólo las que están en la zona de la cabeza y el cuello. Concretamente les crecen las arrugas desde los 0 hasta los 5 meses y a los 8 meses tienen la forma que tendrán de adulto.
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