La conmovedora despedida de Duke

Redacción / Fotos: Tomadas de www.robynarouty.com

Los dueños de Dukey, como lo llamaban de cariño, realizaron una serie fotográfica en la que describen en tercera persona cada uno de los momentos antes de que le fuera aplicada una inyección letal y durmiera para siempre.

Duke fue adoptado hace tres años, tiempo después le detectaron cáncer en los huesos. Debido a su enfermedad le fue amputada una pierna, con lo que creían que mejoraría, pero no fue así. El cáncer se reprodujo muy rápido y de forma muy agresiva, tanto que no hallaron un tratamiento para su cura.

Sus dueños vieron que el animalito sufría y tomaron esta fuerte decisión, dormirlo para siempre. Sin embargo ellos quisieron que Dukey recordara por siempre su último día de vida y que de ser posible no supiera que lo era.

-Los pies de imagen escritos en esta fotogalería son los mismos que aparecen en el blog de la fotógrafa Robyn Arouty traducidos al español-.

Hoy morí. Por Duke Roberts.

Hoy comí muchas hamburguesas. Hicimos una fiesta.

Me reí.

Pensé en cuánto voy a extrañar este lugar.

Contaron algunas bromas.

Y nos pusimos serios.

Mis amigos de la casa de a lado vinieron a verme. Ellos son gemelos. Cuando les ofrecieron una hamburguesa, uno de ellos dijo «No, gracias. No quiero quitarle una a Dukey».

También vino Kristen. Ella es genial, es mi peluquera y mi amiga.

Mientras esperábamos a que llegara el veterinario, Kristen dijo que fuéramos a dar una vuelta. Y luego alguien dijo «¿Por qué no vamos a jugar al parque acuático de aquí al lado?». Así que fuimos.

¿Sabes que te voy a echar de menos, verdad?

Necesito que me ayudes a cuidar de mi familia.

Hoy nos mojamos.

Y sonreímos.

Hoy me sentí agradecido.

Rompimos las reglas.

Escuché a los niños jugando a lo lejos. Y me acordé de mis dos bebés que están en casa. Amo protejerlos.

Me relajé.

No sentí dolor. A pesar de que el tumor ha crecido mucho.

Hoy sentí amor.

Me despedí de mi hermosa amiga Kira. Me vio de pie sobre todo el mundo antes de que el veterinario dijera que había llegado el momento. Estaba emocionado, saltando y feliz.

Al final no dije adiós. Dije «hasta que nos volvamos a encontrar».

Dios, qué suerte tuve. Tuvimos poco tiempo, pero me dieron una segunda oportunidad y la pasamos en grande juntos. Ustedes amaban que yo los viera. Y nunca deje de hacerlo.

Por siempre. Dukey.