Tras el consumo de pasto, el perro suele vomitar todo lo que ha comido en las últimas horas. Varios especialistas aseguran que los perros comen hierba cuando se sienten molestos del estómago. Esto implica que el perro se sentirá aliviado cuando vomite lo que lleva en el estómago, y por ello lo hace.
Otra versión asegura que el consumo de pasto se debe a que los alimentos comerciales para perros no contienen un componente sulfurado, el metilsulfonilmetano. Como este compuesto se encuentra en la hierba fresca, los perros se la comen para tener este componente en el organismo.
Una tercera teoría afirma que es el olor, el sabor y la apariencia de la hierba lo que atrae a los canes, y es por ello por lo que lo ingieren.
La mayoría de los veterinarios coinciden en que, pese a lo natural de este comportamiento, no es saludable comer hierba. Inclusive, afirman, puede ser peligroso si el pasto ha sido tratado con componentes químicos.
Hay que tener en cuenta que los perros, al contrario que las vacas, no son rumiantes, y no pueden metabolizar el pasto, además que la hierba ingerida puede contener huevos de parásitos