Hay dos teorías acerca del origen del nombre de esta raza. La primera sostiene que corso proviene de la palabra griega kórtos que significa corral, recinto o cercado, y la segunda afirma que corso deriva del latíncohors, que significa guardián. Sea cual sea la procedencia de la palabra, lo cierto es que las dos teorías son de lo más acertadas, ya que el Cane Corso fue utilizado durante mucho tiempo para guardar corrales.
El Cane Corso desciende directamente del Canis Pugnax, un perro moloso existente en la Antigua Roma. Fuertes y resistentes, estos perros se utilizaron en las guerras como animales de pelea. Los primeros registros de la raza datan del siglo XVI, época en la que los italianos emplearon al Corso para cazar jabalíes y para guardar granjas y corrales.
Es valiente, intrépido, tenaz, orgulloso y equilibrado. Con los dueños y los niños de la casa se muestra dócil, afectuoso fiel y protector. Está alerta ante cualquier situación extraña, siendo bastante desconfiado con los desconocidos. Es muy inteligente y seguro de sí mismo. Si el entrenamiento es el adecuado, aprende con facilidad.
Es un perro robusto, musculoso, fuerte y con unas extremidades potentes. Tiene una cabeza plana, ancha y cuadrada con un stop muy marcado. Las orejas son triangulares, anchas en la base y colgantes. En los países en los que está permitido, se acostumbran a recortar en forma de triángulo equilátero. La cola, de implantación alta, se amputa a la cuarta vértebra. Tiene un pelo corto y muy apretado que puede ser de color negro, gris, leonado, rojo cervato o atigrado.
El Corso Italiano es un perro enérgico que necesita tener espacio para campar a sus anchas, lo ideal es que pueda disfrutar de un jardín. De todas formas, es recomendable que el dueño lo saque a diario a dar largos paseos para que se mantenga sano, ya sea física como mentalmente. Para que el Corso sea un buen compañero, hace falta que desde el principio el dueño se muestre firme y autoritario frente al carácter un poco dominante del perro. Debe aprender desde cachorro a diferenciar lo qué está bien y lo qué está mal. Debido a su tamaño, el Cane Corso puede verse afectado por la temida displasia de cadera o por la displasia de codo. También puede tener problemas de entropión, ectropión e hiperplasia vaginal en las hembras.
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