Ella es venezolana, comunicadora, conferencista e influyencer con mas de 120 mil seguidores Llegó a Uruguay en 2017 y en su perra rescatada encontró la cura para la tristeza de dejar su vida atrás. “Encontré ese sentido de pertenencia que se pierde cuando migras y más importante la felicidad de que siempre que abra la puerta me recibirá el amor incondicional que me recuerda que el hogar está donde está el corazón.” confiesa Angela.
¿En qué momento de tu vida llega Frida?
¡Frida llegó a nuestras vidas para salvarnos! Adoptamos a Frida en el refugio de Prodea en Salto, estábamos en el difícil momento de la adaptación un mes después de migrar a Uruguay. Recuerdo que fuimos hasta el terreno y estábamos abrumados de tantos perritos en necesidad de un hogar lleno de amor, pero a lo lejos estaba una jaulita con varios cachorros, todo salieron corriendo cuando nos vieron llegar, pero a lo último salió una pequeñita gris con blanco de paso lento, temblorosa y bastante desganada. Leo, mi esposo la vio y dijo quiero cargarla.
Habíamos ido porque él nunca tuvo una mascota, siempre le dije que su vida no estaría completa hasta compartir la vida con un perro y ahí en medio de tanta incertidumbre y tristeza, ella nos adoptó. Estábamos en un momento muy difícil, no conocíamos a nadie, extrañábamos mucho y yo pasaba semanas sola en casa mientras Leo viajaba por trabajo, recuerdo con un nudo en la garganta lo solitario de esos días. Antes de Frida éramos solo una pareja de migrantes, hoy gracias a ella somos una familia #LaFamiliadeFrida
¿Cómo modifico tu casa, costumbres y prioridades?
Frida cambió nuestra dinámica para mejor. Yo transitaba la depresión de la migración, me costaba salir de casa porque no conocía a nadie y no encontraba la forma de socializar en una cultura diferente a la mía, pero si hay un lenguaje que todos hablamos es el del amor. Empecé a salir de casa con el objetivo de pasear a Frida y enseñarle todo. Paseábamos en las vías de un viejo tren en la ciudad de Salto 3 veces por día. Ella se convirtió en nuestra prioridad número 1. Frida me curó de la depresión, pasábamos horas aprendiendo a cruzar la calle, a sentarse, a ir tras la pelota, a dar la pata y yo a hablar con otros guardianes de perros, a socializar, a salir de mi sombra.
¿Con Frida se llevaron bien desde el principio?
¡Afortunadamente si! Frida es una perra muy noble, independiente, inteligente y activa. Los primeros días en casa estaba temerosa, pero cuando entendió que estábamos para atenderla y darle amor, todo se hizo de colores. Frida es muy inteligente, aprendió rápidamente a comunicarse con nosotros, cuando quiere algo se sienta y te mira fijamente.
¿Cómo ayudás desde tu lugar a promover la adopción y el cuidado animal?
Todos los años promuevo desde mi ventana adopciones responsables, incluso he conectado marcas con personas que recién adoptan para ayudarlos con alimentos y tratamientos. Siempre hablo de lo importante que es adoptar y siempre pongo de ejemplo a mi pequeña.
¿Qué cosas sentís que tiene Frida parecido a a tu personalidad?
La independencia, Frida no es de esos perritos que va tras de ti a cada rincón de casa. Ella se acerca cuando siente que estoy ansiosa o cuando necesita algo, sean premios o mimitos Creo que en eso nos parecemos, no soy la persona más apegada, pero trato de demostrar mi amor estando presente, tal como ella lo hace.
¿Qué proyectos tenés para este 2024?
Este 2024 vuelvo con mis conferencias, esta vez más enfocada en el desarrollo profesional y no tanto sobre el marketing de redes. Creo que las redes ya no son objetivo sino parte de las herramientas necesarias para cumplir nuestros objetivos.
También mi proyecto más importante es el de la expansión, en todos los sentidos. Profesionalmente romper con los límites mentales y físicos para encarnar mi reinvención y personalmente deseo expandir mi familia de 3 y tal vez si la vida lo permite ser una familia de 4.
¿Por qué compartir la vida con ellos?
La vida es un paseo de altas y bajas, de luz y sal, es fácil perderse en la travesía de encontrar su significado y propósito. Es fácil hundirse en lo que “deberíamos” ser y estar haciendo, pero una mascota te recuerda a diario lo verdaderamente importante de la vida ¡Vivirla! Desde tomar 5 minutos en el rayito de sol que entra por la venta con la panza arriba, una siesta los días lluviosos, hasta alegrarse con la llegada de quienes amas aunque solo se hayan ido por una hora. Vivir la vida con una mascota es la única forma que conozco de entender a diario que no es lo que dices, sino lo que haces lo que construye la felicidad, lo divino que es el presente y que el amor es la cura para la tristeza. Tu vida no estará completa hasta que la compartas con un animal.
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