Alaskan Malamute

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El Alaskan Malamute (también llamado Malamute de Alaska)1 es un perro originario de la zona ártica, y una de las razas más antiguas dentro de los perros de trineo. Se trata de un perro con una apariencia potente, fuerte y con buena musculatura. Es capaz de cargar pesos considerables (hasta 20 kg) durante decenas de kilómetros. Su presencia, siempre con la cabeza erguida, le dota de cierto aspecto imponente que, sin embargo, no está reñido con un carácter afable y juguetón con sus dueños, aunque da la impresión de ser un perro muy serio a todo aquel que no conoce la raza.

Su altura y peso normales varían de 60-65 cm en la cruz y 35-40 kg para los machos, y de 55-60 cm y 30-35 kg para las hembras. Tiene dos capas de pelo: una externa, espesa y áspera, y una interna de tacto aceitoso y lanudo, y es más largo en la zona del cuello y hombros, sobre el lomo y el rabo. Su color es predominantemente el gris aunque se admiten colores que van desde el blanco hasta el arena-rojiza.

Sus orejas son triangulares, siempre en punta, de tamaño mediano. Los ojos son vivos, en alerta, de tamaño mediano y forma almendrada. Es un perro corpulento que con el manto de pelo que le caracteriza, puede dar la impresión de ser un «blindado» entre los perros. Al contrario que otras razas, cuando se moja no se reduce drásticamente su tamaño.

Se trata de una raza muy antigua, de las primeras razas de perros de trineo. El Alaskan Malamute era criado por una tribu de inuit llamada mahlemiut. El significado de la palabra mahle es desconocido, pero se sabe que miut significa «pueblo de». Por tanto se puede interpretar mahlemiut como pueblo de Mahle. Siguiendo la fonética inglesa, la dicción se transforma luego en Malamute. La zona habitada por el pueblo de los Malamute eran las riberas del Kotzebue Sound, un territorio comprendido entre dos grandes ríos: el Kobuk y el Noatak. Los hombres y mujeres de la tribu de los mahlemiut (Malamute) eran muy apreciados entre las demás tribus inuit por su coraje, su orgullo y su habilidad en la caza y en la pesca.

Estos perros eran famosos por su belleza y por sus características de fuerza y resistencia, que hacían de ellos óptimos elementos para el tiro. Eran, en general, más grandes y potentes que los demás perros nórdicos, con aspecto similar al lobo y grandes y suaves colas llevadas sobre el dorso. Testigos de la época cuentan que entre 1870 y 1880aproximadamente, los caribúes, por razones inexplicables, cambiaron sus habituales recorridos migratorios quitándoles así a las tribus Malamute una importante fuente de sustento. En estas condiciones las familias ya no podían permitirse mantener grupos de perros formados por más de dos o tres ejemplares: testimonios de la época hablan de hombres, mujeres e incluso niños que ayudaban a sus perros a tirar de los trineos. Así que la población comenzó a disminuir y la misma suerte corrieron sus perros.

Hay de diferentes colores de Malamute negros con blanco, cafés, rojizos y recientemente se halló un color de Malamute blanco. Se trata de un perro con orígenes muy antiguos, que ha sido poco modificado desde su procedencia del lobo. Eso no quiere decir que sea agresivo. Si bien su aspecto y altivez pueden impresionar al observador externo, se trata de un animal juguetón (cuando se le invita a ello), fiel a su amo y con un gran instinto protector con los niños.

El Alaskan Malamute es un perro de exterior, adora los espacios abiertos y es feliz viviendo al aire libre; si se le encierra tras una cerca, es muy probable que trate de buscar la forma de escapar, porque les gusta la libertad y no pierden una posibilidad de salir en busca de una aventura o una carrera. La timidez no suele ser una buena señal, pero afortunadamente, parece ser un rasgo bastante raro en esta raza y si se presenta puede deberse a causas ajenas a la genética del animal y haber sido producidas por un dueño que no ha sabido darle una correcta socialización, manteniéndole encerrado y carente de estímulos psíquicos, interacción con los de su misma especie y un muy limitado contacto humano. Si se detecta, debe vigilarse y brindarle un adiestramiento para superar el problema, ya que de lo contrario su comportamiento puede volverse impredecible y por ende peligroso. Por otro lado, dada la forma de vida esquimal y nómada de compartir todo, no es una raza de protección, pero sí puede ser un buen perro de alerta, que avisará a su dueño de que percibe algo extraño, con el sonido tan particular que emite, que es una combinación entre aullido y ladrido. No es un perro para guardia y defensa ya que por naturaleza tiende a ser amigable con los seres humanos.

Como consecuencia de su antigua vida, es un perro con fuerte instinto de manada y de jerarquía, lo cual origina frecuentes agresiones con otros animales. Además, los machos son muy territoriales y competitivos entre sí por lo que no es aconsejable alojarlos juntos. La hembras pueden ser más sencillas de entrenar y se adaptan mejor a la vida en casas. Esta raza gusta de la compañía humana, cuenta con enormes dosis de lealtad, cariño y disposición al trabajo, lo que le hace un buen perro casero. Es cariñoso con los niños, hasta con los desconocidos, y le encanta acompañarlos a todos lados. Debido a su carácter independiente tiene fama de ser terco y difícil para adiestrar entre la gente que no lo conoce. Sin embargo, existen malamutes campeones de obediencia trabajando con ciegos.

Son sensibles, afectuosos y juguetones, pero saben protegerse de manera efectiva. Con un buen adiestramiento y socialización serán perros equilibrados, tanto física como psicológicamente, ya que tienen buen potencial de aprendizaje porque son rápidos en aprender y de reflejos agudos.

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