Navidad: Por qué los perros temen a los petardos?

El temor excesivo a los petardos y truenos es frecuente en los perros. Este problema afecta tanto a la mascota por el sufrimiento que padece y por el riesgo de que el animal pueda lastimarse a sí mismo al tratar de escapar o esconderse, como a su propietario ya que el perro puede agredirlo cuando su dueño intenta ayudarlo. Además, se puede ocasionar pérdidas materiales en la vivienda.
Para este miedo, no existe una predisposición determinada por la raza, la edad o el sexo de la mascota, simplemente es una fobia producto de una respuesta de temor intensa e injustificada a los ruidos. El animal trata de huir o esconderse, pide protección al dueño, tiembla, pone la cola entre las patas, se agita, a veces gruñe o ladra desde lejos y los ojos parecen agrandarse.

Normalmente cuando el perro escucha por primera vez este tipo de ruidos, se asusta. Si no trae consecuencias mayores, la mascota se acostumbrará e ignorará por completo esos ruidos. Pero si los asocia con experiencias desagradables y siente que no puede escapar a ningún lado o que recibe una excesiva atención del propietario con el fin de calmar al animal, se refuerza el miedo y, con el tiempo, se transforma en una fobia.

Para superar este problema, el dueño debe modificar las conductas de la mascota: por ejemplo, haga estallar un globo pequeño para simular un ruido a petardo y asócielo a un estímulo gratificante.

Con el correr de los días, aumente el volumen de ruido gradualmente hasta lograr que el perro se acostumbre. En casos extremos, es necesario dar medicamentos al animal para que eleve su umbral de tolerancia a los ruidos, pero sólo debe indicarlo un veterinario.

FUENTE:  Dr. Rubén Mentzel, SELECCIONES ARGENTINAS

¿Que hacer?
Los problemas de miedo deben ser evaluados y tratados por un médico veterinario especialista (Etólogo). Además de resultar molestos, son indicativos de una falta de bienestar para el perro.
 
¿Cómo actuar?
Existen dos estrategias ya sea para miedo a petardos o a truenos de tormenta.
  • Terapia curativa: El objetivo es erradicar la respuesta de miedo, es decir,  que el perro deje de asustarse de los petardos o truenos. Para conseguirlo se aplican diferentes técnicas de aprendizaje en las cuales se usan, grabaciones de petardos y truenos. Cabe destacar que este tipo de tratamientos son complicados y se deben hacer bajo la supervisión de un veterinario o un educador canino. Además, su eficacia es muy variable y en muchas ocasiones pueden aparecer decaídas.
  • Terapias paliativas: Su objetivo no es eliminar el miedo, pero si controlar su intensidad cuando aparece. La base del tratamiento es la administración de medicación, en el momento o mejor aún antes de que aparezca el estímulo que asusta al perro. Esta administración debe hacerse bajo estrecho control veterinario.
    Pero…¿Que hacer si tenemos el tiempo encima?
    1. No acariciarlo si muestra miedo… Aunque la actitud de nuestro perro (miedo, desesperación) nos lleven a intentar calmarlo y acariciarlo, no debemos hacerlo ya que este efecto a largo plazo potencia todavía mas el miedo.
    2. Acariciarlo si no muestra miedo…Si al cabo de un rato deja de mostrarse nervioso, pueden aprovecharse esos momentos para acariciarlo.
    3. Permitir la retirada: Cuando están asustados, muchos perros buscan refugio, por ejemplo, debajo de la cama o detrás del sofá. La mejor forma de proceder en tal situación es que el perro permanezca allí, ya que es donde probablemente se siente más seguro. No debemos por lo tanto forzarlo a salir de su escondite.
    Por tanto para este último punto te aconsejo hacer una «zona segura» para tu perro, es decir, buscar una habitación donde el sonido no llegue tan fuerte, que sea obscura, tenga pocas ventanas y puedas instalarle un rinconcito ya sea con su transportin y encima muchas cobijas para amortiguar el ruido etc… Lo que se intenta hacer es que el perro escuche lo menos posible los petardos…