La casa de Antonio Núñez, un hombre de 79 años, quedó destruida después de que un dique se rompiera, el lunes pasado, en la comunidad Estrada de Matina, en el Caribe costarricense.Desde hace varios días, el dique que pasaba por la orilla del río Chirripo tenía grietas. Y es que han sido días de intensas lluvias en la nación centroamericana, que este jueves declaró la emergencia nacional por el huracán Otto. La tormenta tropical, que ya dejó tres personas muertas en su paso por Panamá y Nicaragua, se convirtió en huracán rumbo a Costa Rica.Las lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra han provocado daños serios en decenas de casas, como la de Núñez.
«Todo lo perdí, no me quedó ropa, no me quedó nada (.) Así es que aquí estoy, a la voluntad de Dios y a ver qué se hace. Las cosas se recuperan. La vida no se recupera», le dijo Núñez al canal de televisión Teletica.»La vez pasada (entró el agua a la casa), se llenó pero no mucho. Pensé que iba a pasar lo mismo y me fui confiando hasta que me percaté ya estaba rodeado y no tenía por dónde salir», agregó.Núñez, quien vive solo, contó que lo rescató un joven que lo llevó a pasar la noche en la casa de un vecino.Y aceptó salir de esa zona de alto riesgo pero con una condición: llevarse a sus cuatro perros. Tres de ellos pasaron la noche con él y el cuarto lo encontró, a la mañana siguiente, en su casa destruida.Insistía en que no se iría de la zona sin sus mascotas.»Yo me muero con mis perros, no los voy a dejar solos. Así es que si se van los perros conmigo, yo me voy. Ahorita estoy refugiado en la casa de un muchacho por aquí. Ahí los perros están en el corredor; para mí, es como si fueran mis hijos, no los dejaré botados», señaló Núñez de acuerdo con el periódico La Nación de Costa Rica.Según La Nación, el hombre no tiene hijos y vive de su pensión.La organización no gubernamental Rescate Animal, que vela por la protección de los animales en Costa Rica, lo llevó junto a sus perros a una vivienda segura que alquilaron para que viva en los próximos tres meses. El hombre también recibió donaciones para amueblar su casa y alimento para sus perros.»La verdad la historia es increíble porque todo se logró en unas horas de trabajo y esfuerzo de muchas personas para que estuviera a salvo y tranquilo en su casa», contó Marilis Riba, presidenta de Rescate Animal Ara, a BBC Mundo.En un video que publica la organización en su página web, una trabajadora de la organización le pregunta a Núñez cómo se siente en su nueva vivienda: «Maravillosamente tranquilo. Gracias por todo», dice con una amplia sonrisa.En el video se le ve con una chaqueta azul, con algunos alimentos en las manos y, por supuesto, con sus perros.La voluntaria dice en el video que gracias al hecho de que Núñez había dicho a un medio de comunicación local que, pese a haber perdido su casa, no se iba a mover sin sus cuatro perros, ese grupo protector de los animales se movilizó para trasladarlos a los cinco.